Macarons

domingo, 1 de diciembre de 2013

Tarta helada de Whisky

Hacia mucho que no entraba en mi blog y publicaba alguna cosita rica... y eso es imperdonable. He estado algo atareada y me ha sido imposible escribiros, pero aquí estoy de nuevo con una tarta riquisima, ya lo vais a ver.
Segura estoy que mas de uno/a ha probado esta deliciosa tarta, sobretodo en época estival. A mi me trae recuerdos a cumpleaños de papá y mamá, y por eso la preparé para el cumpleaños de mi padre, Miguél. El pobre no puede comer mucho dulce por su enfermedad ( es diabético ) pero siempre hace un esfuercito y prueba mis experimentos, y como sé que esta tarta le gustaba mucho, pues a por ella fui.



La verdad, nunca pensé que seria capaz de realizar esta tarta, pensaba que era muy complicada de realizar , pero ha sido todo lo contrario y con unos resultados de escandalo... estaba buenisima!! y no porque lo diga yo, que los jueces que la juzgaron eran bastante exigentes y le dieron el aprobado, así que, no dudéis en prepararla para esas ocasiones en las que queréis dejar a los comensales con los ojos abiertos de la sorpresa... les encantara!!

Vamos a ello !!

  • INGREDIENTES:
    • 1 Base de bizcocho genovés ( podéis usar la receta del bizcocho del Tronco de Nata  o comprar una base de las que venden en los supermercados que vienen tres)
    • 100 gr. de azúcar blanquilla
    • 50 gr. azúcar glass
    • 4 huevos
    • 80 ml. de leche
    • 6 hojas de gelatina
    • 50 ml. de whisky
    • 600 gr. de nata para montar
    • para el almíbar:
      • 50 gr. de azúcar
      • 100 ml. de agua
      • Un poquito de whisky
    • para la cobertura:
      • 5 yemas
      • 1 huevo
      • 150 ml. de agua
      • 150 gr. de azúcar
      • 3 hojas de gelatina
    • Crocanti de almendras
  • ELABORACIÓN:  
Lo primero de todo, prepararemos el almíbar para que le de tiempo a templarse. Para ello calentamos en un cazo o recipiente similar el azúcar con el agua. Cuando llegue a punto de ebullición , retiramos del fuego y añadimos un chorreón de Whisky. Reservamos y dejamos templar.
Montamos la nata con los 50 gr. de azúcar glass y reservamos en la nevera.  Ponemos las hojas de gelatina dentro de un recipiente con agua fría para que se hidraten, como mínimo dejarlas 10 minutos y después escurrir bien.
Separamos las claras de las yemas y montamos las claras a punto de nieve junto con 50 gr de azúcar. Deben quedar bastante duras, tanto que al dar la vuelta al recipiente no se muevan. Reservamos en la nevera.
En otro cazo pondremos a calentar la leche y el azúcar restante. Cuando esté caliente, apartamos del fuego y, sin dejar de batir con las barillas de mano, incorporar las yemas (Este paso es importante para que la yema se pasteurize y no pueda probocar problemas de salud, sobretodo en verano) y se mezcla todo bien. Añadimos el whisky y las hojas de gelatina hidratadas, volvemos a poner al fuego durante unos minutos hasta que se caliente todo el conjunto y los ingredientes acaben de integrarse unos con otros. Retiramos del fuego y dejamos temperar.


Cuando se haya enfriado la preparación, le añadimos en primer lugar la nata montada y a continuación las claras a punto de nieve. Ambos hay que mezclarlos con movimientos envolventes para que no baje la esponjosidad de la mezcla.  Reservamos.
Comenzamos a montar la tarta. Para ello cortamos el bizcocho en forma de disco, adaptandolo a las medidas de nuestro molde ( en mi caso es un molde de silicona de 23 cm). Lo colocamos en la base sobre papel de hornear, aunque yo lo puse sobre film transparente, y cerramos el molde. Ahora mojamos el bizcocho con el almíbar que preparamos al principio, usando una brocha o utensilio similar.

Vertemos la mezcla de las yemas, nata y claras dentro del molde. Con la ayuda de una espátula o lengua de silicona dejamos la parte superior lo más lisa posible. Envolvemos bien en film transparente y metemos en el congelador, mejor de un día para otro, antes de hacer la cobertura.

Al día siguiente, preparamos la cobertura. Primero de todo, ponemos en remojo las hojas de gelatina en agua fría para que hidraten. Calentamos en un cazo el agua con el azúcar, cuando comience a hervir, retiramos del fuego y añadimos las yemas y el huevo entero, sin dejar de batir para que no cuaje con la calor, volvemos a poner en el fuego y dejamos que caliente todo un poco. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina, integramos bien y dejamos enfriar.
Cuando esté templada la cobertura, sacamos la tarta del congelador, vertemos la mezcla y volvemos a introducir la tarta en el congelador. Pasada hora y media o dos, repartimos el crocanti de almendra por toda la superficie, tapamos bien con film y volvemos a meter la tarta en el congelador hasta la hora de su consumición.

Recomiendo sacarla una hora y media o dos horas antes de consumir, para que esté con la textura adecuada.

Buen Probecho!!

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